Gen determina tratamiento contra hepatitis C

18.08.2009 19:02
El Universal (EFE)   
martes, 18 de agosto de 2009

El tratamiento estándar para curar la hepatitis C crónica conlleva meses y puede resultar en efectos secundarios como síntomas de fiebre y depresión


CONSECUENCIAS. Se calcula que unos 170 millones de personas en el mundo y quizás 3.2 millones en Estados Unidos sufren infecciones crónicas de hepatitis C, y los lleva a desarrolar cirrosis en el hígado y cáncer (Foto: Archivo El Universal ) Los norteamericanos blancos responden mejor al tratamiento para la infección crónica de hepatitis C que los afroestadounidenses debido a una pequeña variante en un gen, aseguran los científicos.

Los que poseen esa variante del gen tienen muchas más posibilidades de responder de forma positiva al tratamiento y esa variante es más común entre gente de descendencia europea que entre los afroestadounidenses, dijeron los investigadores.

Eso probablemente explica la mitad de las disparidades raciales descubiertas en la respuesta al tratamiento, según un estudio publicado el domingo en el portal de internet de la revista Nature.

En el estudio participaron mil 137 pacientes que sufrían infección crónica con el tipo de virus más común de hepatitis C encontrado en Estados Unidos y Europa. El virus responde en menor grado al tratamiento comparado con otros tipos de virus. Los pacientes recibieron las medicinas usuales.

Los análisis mostraron que el tratamiento eliminó el virus en 80% de los participantes que tenían la variante en el gen, comparado con tan sólo 30% de los pacientes que carecían de ella.

Los afroestadounidenses que tenían la pequeña variante respondieron mejor al tratamiento que los blancos que no la tenían, lo que indica que el gen permite una predicción más efectiva que la etnicidad, concluyeron los investigadores.

El tratamiento estándar para curar la hepatitis C crónica conlleva meses y puede resultar en efectos secundarios como síntomas de fiebre y depresión, así que a la hora de atender a los pacientes los médicos podrían sacar ventaja al hecho de saber si el enfermo posee la variante en un gen, dijeron los investigadores de la Universidad de Duke, entre otras.

Se calcula que unos 170 millones de personas en el mundo y quizás 3.2 millones en Estados Unidos sufren infecciones crónicas de hepatitis C. Eso los pone en riesgo de desarrollar cirrosis en el hígado y cáncer.

El virus se contagia a través de la sangre, como puede ser con el intercambio de jeringas que no han sido esterilizadas adecuadamente.
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